Originaria del sur de Francia, Emilie descubre el mundo del swing en 2013 a través del rock'n'roll y del solo swing, tras varios años de actividades deportivas artísticas. Así, participa en numerosos talleres para mejorar su técnica y enriquecer su baile. Fue entonces cuando descubrió, en 2014, el lindy hop, el balboa, el shag y el claqué. ¿Qué es lo que más le gusta? La complicidad que se crea entre los bailarines, conectados con la música. A demás del baile se dedica a la educación primaria. Le encanta compartir su pasión por el swing con sus alumn@s, ayudándoles a descubrir el amplio mundo del jazz.